La igualdad de género en el ámbito laboral en nuestro país continúa siendo un desafío persistente. Aunque ha habido avances significativos en las últimas décadas, existen diferencias importantes que afectan a las mujeres en el mercado laboral.
En términos generales, la tasa de participación laboral de las mujeres en España ha aumentado de forma gradual en los últimos años. Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en 2022 la tasa de actividad de las mujeres de 16 a 64 años alcanzó el 71,1% (máximo de los últimos 16 años). La diferencia con respecto a la tasa de actividad de los hombres de 16 a 64 años se ha ido reduciendo: en 2022 fue de 8,5 puntos frente a casi 20 puntos en 2007.
No obstante, uno de los problemas más significativos en el ámbito laboral es la persistente brecha salarial entre hombres y mujeres, ya que las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo. Además de la brecha salarial, las mujeres se enfrentan a una serie de obstáculos entre los que se incluyen la segregación ocupacional. Las mujeres tienden a estar más representadas en sectores mal remunerados y con menos oportunidades de ascenso. Estos sectores conocidos como sectores feminizados son los relacionados con el cuidado, la limpieza o la hostelería.
Además, es importante destacar los desafíos con respecto a la segregación vertical y horizontal. La segregación vertical se refiere a la concentración de mujeres en posiciones de menor rango y salario dentro de sus sectores, mientras que la segregación horizontal se refiere a la concentración de mujeres en ciertos sectores y ocupaciones. Estas áreas de empleo femenino son también donde la brecha salarial de género y la precariedad laboral son más pronunciadas, lo que resalta la necesidad de mejorar las condiciones laborales y promover la igualdad de género en todos los sectores del mercado laboral.
En el ámbito educativo, según el último informe del Ministerio de Trabajo y Educación Social, el nivel entre la población femenina tiende a elevarse, con predominio de las mujeres en estudios medios altos: en 2022 el 49,5% de las mujeres activas tenían estudios superiores y el 26.6% estudios medios, frente a un 23,9% con estudios bajos. Aun con estos datos al alza, las mujeres se enfrentan a barreras adicionales para acceder a puestos de liderazgo y toma de decisiones en las empresas.
Algunas de esas barreras adicionales son invisibles pero reales: el techo de cristal y el suelo pegajoso; metáforas por las que tienen que luchar las mujeres en sus trabajos. El conocido “techo de cristal” hace referencia a los problemas que tienen las mujeres para ascender a puestos de liderazgo y alta dirección en sus carreras, a pesar de tener las habilidades y formación necesarias. En cambio, “suelo pegajoso” indica la tendencia de las mujeres a quedarse atrapadas en trabajos de baja remuneración y precarios, sin poder ascender o mejorar sus condicionales laborales.
Durante el año 2023, la Agencia Local de Empleo y Formación del Ayuntamiento de Getafe (ALEF) atendió a un total de 3.393 personas en su búsqueda activa de empleo. Al analizar detenidamente estas cifras, surge una diferencia notable: 1.455 fueron hombres y 1.938 mujeres. Esto evidencia la realidad de que las mujeres continúan presentando mayores dificultades para acceder al mercado laboral o mantenerse en él. Por ello, desde ALEF trabajamos activamente para reducir la brecha de género y garantizar que todas las personas, independientemente de su género, tengan una igualdad de oportunidades en el ámbito laboral.
Aunque se han dado son pasos positivos hacia la creación de un entorno laboral más justo para las mujeres como la implementación de políticas de igualdad de género, la subida del SMI o la promoción de la conciliación laboral y familiar, y aunque la tasa de participación laboral de las mujeres ha aumentado considerablemente en los últimos años, la persistente brecha salarial y otras formas de discriminación siguen estando presentes y es fundamental continuar trabajando en la creación de un entorno verdaderamente inclusivo y equitativo.